viernes, 4 de agosto de 2017

La diabetes en mi mundo


La diabetes me dio una razón para estar sano


Por David Kalter (*)


Mi nombre es David y tengo diabetes tipo uno desde hace trece años. Me diagnosticaron cuando tenía nueve años de edad, y he tenido un completo auto cuidado durante unos seis a siete años. Cuando me diagnosticaron, a mi realmente no me gustaron las inyecciones. 

De hecho, cuando solía ir al médico para una vacuna contra la gripe, o algo similar, me ponía a llorar y gritar y, a veces, incluso hacía berrinche con el médico hasta que mi mamá y las enfermeras me detenían.  Hoy en día y básicamente, todos los días desde que me diagnosticaron me he inyectado solo, y no he tenido miedo. Soy la persona que miro fijamente la escena de la forma en la que entra la inyección y me hace sentir más fuerte.

Si ahora o recientemente tú fuiste diagnosticado con esta enfermedad crónica. En primer lugar, supongo que tú no sabes mucho acerca de diabetes tipo 1. Tal vez,  piensas que es algo que te hará la vida más corta, o que puede hacer tu vida peor. Quisiera mostrarte que este pensamiento anterior es incorrecto. Porque tengo diabetes hace trece años y estoy saludable, tengo una vida normal y muy plena, y voy a vivir una vida muy larga y placentera.  

La diabetes me dio un propósito de vida, me dio una razón para estar sano, me dio una comunidad de amor y que se preocupa por mí,  me dio una dirección en la vida y me mostró un grupo de personas a la que podía ayudar más que cualquier otro grupo de personas en el mundo.

Cada niño o persona con diabetes que te encuentras en el camino es tu hermano, y les aseguro que siempre van a tener una manera de ayudarte, más que cualquier otra persona en este mundo, porque entienden tu experiencia y lo duro que puede ser un día siendo una persona con diabetes tipo 1.  Pero también te aseguro que si escuchas a tus médicos y trabajas en tu autocontrol y tu disciplina puedes ser más saludable,  vivir una vida mejor y más larga que cualquier otra persona que conozcas que no tiene diabetes. Te prometo que si tú trabajas muy duro ahora, trabajas en una rutina, te mides la glucosa suficientes veces y comes bien la mayor parte del tiempo, esta enfermedad no hará nada más que hacerte una mejor persona.

Otra cosa que quiero que sepas es que esto no es tu culpa, no hiciste nada en tu vida para merecer esto, no es porque te alimentaste mal o porque que has dicho o pensado algo malo. Esta es una situación completamente al azar y nunca debes sentirte culpable. En segundo lugar, habrá días en que te sientas deprimido,  preguntes a  Dios, o al mundo "¿Por qué yo?, ¿Por qué tengo esta enfermedad?” y quiero que sepas que todos tenemos esos días, y que no estás solo. Y cuando tú tengas un día como ese, quiero sugerirte que pidas ayuda de tus seres queridos, a tus amigos, a otras personas con diabetes tipo 1 o hagas algún chat por internet con ellas. 

Además, cuando tengas una glucemia alta, no te deprimas, no te pongas ansioso o pienses "Soy la peor persona con diabetes, soy tan malo en esto", porque todos cometemos errores, todos tenemos días incontrolables, y todos nos olvidamos a veces de ponernos la insulina.  No es tan terrible estar alto o bajo, o que olvides de poner insulina, pero míralo como un oportunidad de la que puedes aprender y  tratar de ser mejor cada día. 

La clave para ser feliz con la diabetes tipo 1 es que aceptes tus errores, sin dejar que pesen sobre ti demasiado, al mismo tiempo que te prometas a tí mismo que vas a seguir tratando de mejorar cada día en pequeñas cosas. Nadie va a pasar de tener un mal control glucémico y malos comportamientos de la diabetes a estar perfecta de la noche a la mañana, por lo que tienes que dar pasos cortos con sucesivas pequeñas metas que puedas lograr cada día, una a la vez.

Si tú has escuchado algo sobre la diabetes que te inquieta,  has sufrido los prejuicios sobre esta condición, sufrido acoso escolar o laboral, o tal vez, sólo te quedaron viendo extraño. Quiero comentarte lo que hice para combatir eso. Todo el mundo a mi alrededor tenía conocimiento sobre lo que estaba pasando, les mostré lo valiente que soy con los pinchazos, la cantidad de trabajo que me costó ser yo, y cómo sigo siendo la misma persona amable que quiere tener amigos y ser un joven normal. Si tus amigos entienden que por pincharte tranquilamente la dosis de insulina no eres un adicto a las drogas, que no eres el bicho raro y que en realidad entienden lo que eres, lo que estás haciendo, y por qué necesitas hacerlo, entonces ellos serán tus buenos amigos, pero si todavía ellos no lo comprenden después de saber todos eso, entonces tal vez no vale la pena tener esos amigos. Les aseguro que las personas que realmente te aprecian sólo verán en ti  lo valiente y fuerte que eres al tener esta condición de vida. .

Al final sé que esto es mucho para procesar, sólo recuerda que puedes hacerlo, puedes ser saludable, puedes sobrevivir y prosperar con diabetes tipo 1. Te invito a observar mi experiencia: crecí, fui a la universidad, tengo un montón de amigos que me ayudaron en mi cuidado, que me aman como soy, tengo una novia, y quiero ayudar a nuestra hermandad de personas con diabetes tipo 1,  para que puedan manejar las emociones que vienen con la experiencia que trae la diabetes.

Finalmente, si tú estás teniendo problemas con la diabetes o el lado emocional de ella, por favor busca a una persona con más años con diabetes, o acude a la Fundación Diabetes Juvenil Ecuador para pedir un consejo. Tengo que decir que mi español no es sorprendente, pero si quieres encontrarme siempre haré mi mejor esfuerzo para hablar contigo, te puedo dar mi experiencia y ayudar en todo lo que pueda. Mi nombre es David Kalter en Facebook, y siempre voy a aceptar tu amistad.

(*) Joven norteamericano con diabetes tipo 1, estudios en psicología, pasante en la Fundación Diabetes Juvenil Ecuador, voluntario y activista por la diabetes en JDRF y AYUDA Inc.