Conviviendo con “Diabetes Tipo Uno”
Por Alicia Villalba Morales
Mi nombre es Alicia, madre de Juliana, una niña de cinco años, a la que diagnosticaron Diabetes Tipo uno, cuando tenía dos años y cuatro meses, fue un golpe duro para nosotros cuando nos dieron la noticia, que mi hija de apenas dos añitos y cuatro meses tenía una enfermedad, que hasta ese día sabía que, afecta a las personas con mala alimentación, exceso de peso, sedentarios o por la edad avanzada, ahí fue cuando mi vida, nuestras vidas dieron un giro, cambiándolo todo ya que como familia nos afectó a todos.
Antes del diagnóstico, Juliana empezó a tener síntomas de diabetes, comenzó a tomar mucha agua, incluso empezó a mojar la cuna, después de haber dejado el pañal, tenía mucha hambre y la piel se tornó reseca y acartonada, fuimos al médico y nos indicó que era algo común, ya que estábamos en verano y eso era “normal”, según el médico, pero Juliana se sentía cada vez más decaída y fuimos a otro médico, después de practicarle pruebas de laboratorio y ver los valores altísimos de glucosa nos enteramos que nuestra pequeña hija tenía Diabetes tipo uno.
Siempre habrá momentos de angustia, frustración e impotencia, mucho más cuando no podemos controlar los valores elevados de glucosa, cuando Juliana se enferma o cuando no calculamos bien las porciones de comidas, pero eso es el día a día de nosotros, los que tenemos diabetes tipo uno en casa.
Ahora que veo a mi hija, desenvolviéndose como cualquier niña de su edad, sin impedimento alguno, sé que la diabetes es una condición con la que se vive de forma normal y natural, con los cuidados que el caso amerita.
Cuando miro a mi pequeña hija, sé que estoy viendo a una persona a la que admiro por su valentía y su capacidad de enseñar a otras personas que la vida es hermosa.
(*) Madre de una niña con diabetes, ecuatoriana de 43 años, de profesión contable y administración, actualmente ama de casa.
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